sábado, 7 de marzo de 2009

Previa: Y volver, volver, volver...


Ilustración: Pedro Rodríguez García

Alianza vuelve al Monumental de la UNSA para enfrentar a Melgar, tras tres años. Si bien hay que decir que fue un alivio que los rojinegros desistieran de jugar en el coloso universitario -muchas derrotas íntimas así lo confirman-, no hay que olvidar tampoco detalles gratos: allí se dio la vuelta en el Apertura '97. Esta es la historia de la blanquiazul en la cancha de la avenida Venezuela.


Bruno Ortiz Jaime


29 de julio de 1995. El segundo día de Fiestas Patrias congregaba a la población de la República Independiente, pero no precisamente para hacer vivos a la roja y blanca. Se inauguraba a las afueras de la ciudad, más precisamente en la sede de sociales de la Universidad San Agustín, el que prometía ser uno de los estadios, por su arquitectura, más espectaculares del país: el Monumental de la UNSA.

Como para enarbolar las ínfulas de revanchismo -y arequipeñismo claro está-, se decidió que el encargado de presenciar el debut estelar del recinto sea un limeñísimo: Alianza Lima. El resultado fue, sin embargo, favorable a los de La Victoria (1-1). Desde aquel resultado, todo hacía presagiar que la historia de la blanquiazul en ese terreno se escribiría con triunfos y goles. Bueno sí, pero sin contar con que ambos serían mayoritariamente de los sureños.


En la liguilla de ese año, con Julio César Uribe en el banco, cayó por 3-1 y mermó sus posibilidades de cupo a Libertadores; que claro, Cristal se llevó de robo. Al menos el pasaje a la Conmebol le quedó como consuelo al buen 'Diamante'.

En el '96 solo jugaron una vez, pues los 'characatos' no alcanzaron la Liguilla. Igual fue un mal resultado para los nuestros. Otra vez caída, esta vez 1 a 0.



Pero llegaría 1997. Ese año glorioso que se coronó con el título, ese año del bigotón Pinto en el banco, los tiros libres a lo Juninho Pernambucano de Marquinho, los goles inagotables de Waldir, la solvencia cardiaca del 'colocho' Marulanda, los goles heterodoxos del brasileño Bujica y las camisetas Kappa. Solo se enfrentarían una vez y aquella bastó para que Alianza consiga su mejor negocio en la historia de sus visitas a Arequipa. Dos a cero -regalito de Silvestri de por medio- y una vuelta olímpica tras 18 años: la del Apertura, la primera de tres en ese año.






Fabinho y su milagroso glúteo izquierdo hicieron delirar a todo el Monumental de la UNSA aquella noche del 6 mayo de 1998 (foto: El Bocón)

Año de Copa y todo. Alianza había armado un cuadro respetable para la Libertadires 1998 y supo imponer condiciones en el campeonato local; bueno, de vez en cuando. Al menos en el segundo duelo de la temporada en el Monumental trajo el segundo triunfo histórico para los íntimos. Machaca y Jayo de penal sumaron para el 1-2. No obstante, la del Apertura fue una caída para la curiosidad. Fabinho, un brasileño de los que terminaron en circo perejil, anotó un gol poco orto-doxo. De 'potinho', Fabinho celebró el primer y único tanto de la noche en ese Apertura '98. Los de Alianza, hasta el...

Como 1999 fue un buen año para Matute, estaba cantando que un nuevo triunfo en Arequipa se haría realidad. Por tercer año consecutivo, Alianza consiguió ganar en la UNSA. Pizarro y Tressor Moreno le rompieron el arco al rojinegro. El descuento de Cruvinel les sirvió poquísimo. Pero para el Clausura, las cosas no fueron tan buenas. Ysrael Zúñiga confirmaba su aparición goleadora en ese año al poner el primero. Pero empataría el 'Pato' Henry Quinteros tras una jugada esforzadísima, que generaría una de las celebraciones más emblemáticas entre estos dos amigos: Sandro, que también había ido a buscar la pelota, y el '11' se unieron en un abrazo emocionante. Sin embargo, Leonardo Uehara estropearía todo al poner la ventaja definitiva para Melgar.






Ciertamente, Henry Quinteros tuvo una año pésimo ese 2000. Acá, Ángel Ziani le pita una falta ante la presión del 'Gaby' Varillas y la mirada del 'Churrito' Hinostroza y dos mistianos (foto: Internet)



Ese año desastroso que fue 2000, Alianza lo vivió de infierno en Arequipa. Primera desgracia: perdió sus dos partidos por un claro 2-0. Segunda desgracia: en la primera derrota, un individuo que respondía al nombre de Aldo Cavero fue el autor del tanto inaugural. Tercera desgracia: un individuo con venda en una mano que respondía al nombre de Alfonso Dulanto fue verdugo en la otra caída. Cuarta desgracia: por 'azares' del destino, ambos encuentros se jugaron un día 11 -de junio y noviembre- y fue precisamente el ex '11', Henry Quinteros, quien ese año vestía más esa camiseta y usaba la '19' del recientemente desaparecido Sandro Baylón, tuvo un desempeño horroroso en ambos partidos.


Año del centenario, 2001. Había que contrarrestar los marcadores en contra. Palinha adelantó y todo hacía presagiar una victoria para que las estadísticas nos sonrían, pero Carlos 'Barbacoa' Castillo, a los 90', convirtió esa noche del 6 de junio de 2001 en una decepción. No obstante, la mayor decepción estaba por venir, precisamente aquella tarde en que Alianza pisó el cesped amarillento del Monumental arequipeño para jugar con Melgar.






El Valderrama de Camaná, Marco Valencia, siente la presión del brasileño Palinha. Esa noche, el 'garoto' marcó la ventaja para la blanquiazul (foto: Líbero)


No se podía creer. Esa tarde Alianza había salido endemoniado. Waldir la clavó a los 10 minutos, pero empató Marco Sánchez. De ahí en más, vino el baile: Waldir de nuevo, la 'Foca' Farfán y Palinha, pusieron el 1-4 casi irremontable, 'casi'. Se fueron al descanso y el espejismo se diluyó. Que el colombiano Enciso ponía de penal el 2-4, que ¡'Flemita'! Pérez marcaba el 3-4 y que ¡el 'Tata'!, ese inefable e incorruptible zaguero se elevó ante todos con esa valentía que solo le florece cuando ve algo verde. 4 a 4. De terror. Alianza se había dejado empatar.

Un último antecedente se registra el 17 de junio de 2006. El pintoresco Abel Lobatón puso en ventaja a los locales, Corrales empató, pero Jean Garrafa puso el 2-1 y complicó con ello las opciones de la blanquiazul rumbo a ganar el Apertura de ese año.

La blanquiazul no visitó más la UNSA para jugar con Melgar. Sí lo hizo con Atlético Universidad, de 2003 a 2005, pero no le fue nada bien.

Con decir que en la breve historia de los granates en Primera, la blanquiazul solo le pudo ganar una vez. ¿Queda más que claro que esa cancha no es tan generosa?

Desde 2002, Melgar eligió su estadio (del mismo nombre) para jugar con Alianza. Cosa que le agradecemos, porque a la blanquiazul allí le fue muchísimo mejor y hasta se dio el lujo de ganar alguna vez por 2-6.

Pero qué sería de todo esto sin los números, que aquí van:

Cuadro: Wilfredo Inostroza Valenzuela

0 comentarios:

Publicar un comentario