Foto: Luis Crespo Euribe; Texto: Bruno Ortiz Jaime
Seguros, con esa sonrisa pícara que distingue a los provincianos que urden grandes golpes futbolísticos con alevocía y despecho a los grandes. Juan Aurich arribó a Lima con la confianza de que la expectativa y la billetera ancha de papá Edwin lo respaldan.
A paso ligero, cada uno de los astros del 'Manchester' de Chiclayo hicieron su aparición poco esperada para la mayoría de viajeros a esa hora. Había de los que no querían declarar, como 'Cuto' Guadalupe y su habitual mutis pre-partido o el técnico Franco Navarro, quién pasó raudo. No obstante, el calor chonguero de algunos espontáneos le dieron efímeros baños de gloria a los del 'Ciclón'. Mayer Candelo era el más solicitado.
Fotos por aquí, fotos por allá. La amenaza algo asustada de Mario Gómez imaginando que mil cosas en su contra puede ocasionarle una postal. A su lado, Ascoy y Chiroque sonríen mientras mantienen su pose.
Declaración a declaración. Tres de los referentes de Aurich no coinciden en conceptos de triunfo. Mientras García e Ibarra se juegan a muerte por el triunfo, Jahir Butrón prefiere la mesura. Como contrastando a los que gozan con un solo gol y el que se mata por evitarlos.
Así llegó Aurich, con el orgullo un poco empinado y la ilusión de dar otro golpe en Matute, de reír ahí otra vez. ¿Será?...
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