jueves, 9 de abril de 2009

Aliancistas en el mundo: Es para abrazarlo

foto: Uefa.com
Hamburgo también se aseguró con un buen resultado en casa, pues superó 3 a 1 al Manchester City de Robinho. Los ingleses habían adelantado con un gol de Ireland, pero Mathijsen y Trochowski se encargaron de voltear el marcador. Paolo, que no fue titular e ingresó por Olic, le puso cerrojo al encuentro al marcar el tercero. Como para no perder la costumbre.


Bruno Ortiz Jaime


Porque tenía que ser él. Porque hay razones mucho más complicadas que una lesión para no evitar una derrota. Porque Paolo Guerrero no escatima en los esfuerzos que otros más mediáticos dudan. Hoy el ‘Depredador’ ha marcado el tercero tras dejar el banco de suplentes, y evidenció de paso su efectividad frente a los infértiles 71 minutos de la dupla croata Petric-Olic.

Ireland había adelantado al equipo de Robinho apenas al minuto. Una gran jugada del brasileño dejó solo al volante visitante, quien se la puso a un lado a Frank Rost. La respuesta del HSV fue inmediata. Los pelotazos de Piotr Trochowski inquietaban tanto en tiro de esquina como en cobro de faltas. Su aliado era sin dudas el holandés Joris Mathijsen, quien anduvo avisando desde el inicio sus intenciones en área rival. Fue así que a los 9 minutos la resistencia del City se quebró: centro al área y Mathijsen que se adelanta a todos para clavarla a un lado. Golazo.
La furia del ‘tulipán’ no se acababa. Lo acompañaban David Jarolim y Olic en sus intenciones de derrotar una vez más a Shay Given. Del otro lado, las mejores opciones las generaban Robinho y el galés Craig Bellamy.

Hasta que luego de cuarto de hora de la segunda mitad vendrían las sorpresas. Nuevamente Mathijsen adoptaría posiciones de ataque y provocaría que Micah Richards toque el balón con la mano para el penal a favor de los ‘dinosaurios’. Trochowski no tendría piedad y gritaría con todo el 2 a 1 que tranquilizaba a toda la tribuna local.

Con este resultado, el City olvidó su condición de fuera de casa y salió con todo en busca de la igualdad, pero las situaciones le fueron esquivas. Más bien ello sirvió para que se acreciente la figura de la zaga y local, y más precisamente la de Mathijsen. Sobre los 71 había ingresado Paolo Guerrero, a quien el holandés dejó en soledad para que defina sin problemas y sentencie la importante ventaja a favor del HSV. Importante desde lo numérico: en lo futbolístico ya está superada la primera prueba; la segunda y más importante la ha de pasar en Manchester.


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