Guerrero y el Hamburgo se tomaron la revancha de la eliminación de la Copa Alemana y golpearon en su visita al Werder Bremen de Pizarro por la semi de ida de la UEFA. Piotr Trochowski fue el autor del tanto visitante, en un encuentro jugado a gran intensidad y donde los nuestros no tuvieron la ocasión de lucirse. Es más, a Paolo lo suspendieron por amarillas y no jugará la vuelta y el 'Bombardero' erró una ocasión de gol.
Bruno Ortiz Jaime
Y estaba furioso, como esos niños ricos que no conocieron jamás el desgaste. Y estaba iracundo, como esos seres que agazapados aguardan el golpe vengador. Y estaba frustrado, pese a la gloria entre sus manos. Eran Paolo y el Hamburgo uno solo, una mezcla de sentimientos que se amoldaron al estilo de juego exacto para deshacerse de ese Bremen diegodependiente a domicilio, una mezcla de sincronización y coraje, una mezcla de todo.
Porque a este Bremen descorazonado en lo que a creación colectiva se refiere había que cortarle los circuitos. Y la cuestión tampoco era menos sencilla que soportar durante dos horas a esa conjunción vomitiva de Julio César Uribe y sus rajes de anticuchera con Phillip Butters y sus sabrosas hilaridades sobre el grupo Colina. Aunque Jarolim y Alex Silva se la pusieron complicada a Diego, el brasileño supo zafar en varias ocasiones, pero su soledad diluyó posibilidades claras de habilitación a Pizarro y Almeida.
El desacierto de colocar a Ozil en primera línea de volantes le restó vértigo a los ataques locales. Pizarro casi ni la pudo tocar y cuando lo hizo estuvo bien cubierto. Mathijsen y Gravgaard terminaron dando un concierto de lo que es solvencia defensiva.
El HSV, por su parte, tuvo en Pitroipa al gestor de los desbordes e incursiones en contragolpe. El hombre de Burkina Faso fue el responsable que Demel tuviera todo el tiempo del mundo para picar por derecha y recibir el pase para enviar el centro. La cabeza de Trochowski esperaba del otro lado para añadirla. Golazo.
Paolo Guerrero se convertía en un hombre importante en el traslado del balón pero no gozaba de opciones de gol. Esta vez Olic tuvo preferencias en protagonismo. Sin embargo, sobre el final de la primera etapa, el ‘Depredador’ se encontró sorpresivamente una pelota que no pudo controlar y terminó en las manos de Wiese. La mala noticia para él fue que recibió la condenatoria segunda amarilla en el torneo y no jugará la semi de vuelta.
Por su parte, Claudio Pizarro tuvo que conformarse con apoyar su juego en los compañeros que llegaban y gozó de un par de ocasiones generadas por rebotes. La más importante fue una en donde quedó en libertad para fusilar a Rost, pero la prestancia de Gravgaard incomodó al 24, que la envió por arriba del travesaño.
Ya con el partido controlado, Hamburgo se dedicó a refrescar al equipo y a contragolpear. Bremen pudo igualarlo si el ingresado Rosenberg añadía un poco más de sutileza a un balón que le quedó en medio del área.
Si todo hace indicar que el HSV ya le encontró el tendón de Aquiles a los portuarios, el encuentro de vuelta será mero trámite. Si la magia de Diego está iluminada de manera superlativa, habrá que pensarlo dos veces.
jueves, 30 de abril de 2009
Aliancistas en el mundo: Las cosas no se quedan así
foto: Uefa.com
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