Previa: 'Wally' Disney

A GUARDAR. Adelantado como él solo, el Waldir de 1993 decidía un segundo antes que los goleros rivales y estremecía redes. Aquella tarde Sáenz facturó por partida doble y, sin pensarlo, marcó historia (foto: Deporte Total)

No se debe vivir del pasado… pero siempre es bueno aprender de él. De cuando un 28 de febrero de 1993 Waldir permitió que Alianza logre lo que hoy casi parece una fantasía: Ganarle a Cienciano en el Cusco.


Apoyo Informativo: Wilfredo Inostroza Valenzuela; Texto: Denis Prince Delgadillo


Han pasado más de 16 largos años desde que una mañana nos levantamos -grandes y chicos- con una sonrisa a flor de piel. Finalizaba febrero de 1993 y los dirigidos, en aquel entonces, por el chileno Miguel Ángel Arrué lograron un triunfazo de 2 a 1 en el antiguo estadio Garcilaso de la Vega, por la primera fecha del Descentralizado de ese año. El equipo, integrado en su mayoría por jugadores de cantera, se jugaba -irónicamente- un partido a la altura de las circunstancias. Dentro de esa camada, un juvenil de apellido Sáenz empezaba a mostrar su talento, el cual tiempo después lo llevaría a ser el goleador histórico de Alianza Lima.

CUMPLIDOR. Frank Ruiz tuvo un encuentro aceptable y ayudó, en la medida de sus posibilidades, a conservar la ventaja definitiva (foto: Súper Crack de Ojo)

El partido jugado frente a los cusqueños fue muy bien planteado. Desde la defensa al ataque y, principalmente, en la volante, de donde nacerían las ocasiones de peligro blanquiazul que Waldir se encargaría de hacerlas realidad. A pesar de tener de aliada a la altura y los 10 grados centígrados de temperatura, Cienciano no supo como entrarle a los íntimos, por lo que cayeron en los pelotazos y el desorden. Tan solo Álvarez, defensa local, pudo llevar a cabo su cometido con el descuento.

QUÉ TALES COCHES... La confianza de un triunfo cusqueño era tal en las horas previas al partido, que varios vehículos lucieron pintas como esta (foto: Súper Crack de Ojo)

Por su parte, la volante, donde trajinaban ‘Kanko’ Rodríguez, Juan Jayo, Frank Ruiz y Marco Valencia destruían los ataques cusqueños y generaban los ataques blanquiazules. Sus dos tantos, el segundo de un vistoso sombrero, no solo ilusionaban a la hinchada a tener un mejor año, pues el arranque había sido auspicioso, sino a pensar que un goleador de naturaleza había nacido: ‘Wally‘.

BIEN FICHADOS. Ficha técnica que denota las grandes actuaciones del golero Agapito Rodríguez, el 'Churre' Hinostroza y Darío Muchotrigo. Waldir fue la figura estelar del encuentro (recorte: Súper Crack de Ojo)

Ha transcurrido década y media y otra vez, como a lo largo de ese tiempo, los nuestros tienen que subir a más de 3000 metros de altura para conseguir un triunfo, algo que se ha vuelto esquivo testarudamente. Ahora, en el 2009, la situación es distinta, pues Alianza llega golpeado tras sus dos últimas derrotas y con una psicosis futbolística al momento de defender en pelota parada, lo cual preocupa sobremanera, ya que una de las armas de todo equipo de altura es la pelota parada.

Por su parte, Cienciano llega más golpeado pues sus últimas actuaciones ha tenido como saldo derrotas. Quizás por ello se siguen reforzando y -curiosamente- esta semana ficharon a un conocido de la casa visitante: Walter Vílchez. Fuera de ello, el equipo de Trobbiani es uno que hasta ahora no encuentra una regularidad definida, producto de la irregularidad en la formación de su oncena en cada partido.

Por donde se le mire, ya sea por el estigma de no ganar en Cusco desde el siglo pasado o que hayan perdido la contundencia de locales en el Garcilaso, ambos clubes centenarios llegan a este partido urgidos de un triunfo.

Y también, por como quiera tomarse, ya es hora de romper con esa mancha de no poder saborear un triunfo allá. Ahora solo esperamos que los de Costas y, en especial, el nuevo 'Wally' esperanzador (Sánchez) nos demuestre que su apelativo no es ficticio y, tal cual como su antecesor, nos demuestre que ganar en altura es posible.