jueves, 7 de mayo de 2009

Aliancistas en el mundo: Superhéroe de TV

foto: Bild.de

Hoy han quedado absolutamente confirmadas dos cuestiones: Pizarro es un casi un astro cuando está dentro de las fronteras alemanas y Guerrero no es uno más en el Hamburgo. Con la presencia notabilísima del 'Bombardero', el Bremen superó por 2-3 al cuadro de Paolo y obtuvo el pase a la final de la Copa UEFA. Si al 'Depredador' lo extrañaron a mares, a Claudio lo amaron más que nunca: marcó el decisivo tanto para que los portuarios definan su suerte en Estambul.


Bruno Ortiz Jaime


¿Quién puede describir qué es Claudio Pizarro para el fútbol peruano? Es algo así como las piezas incaicas que desde el extranjero se niegan a devolver. Aquellas que al verlas desde lejos se ven tan valiosas y envidiables pese a ser propias, pero que al llegar aquí pierden todo valor. Así es el ‘Bombardero’: un romperredes insaciable en la Europa occidental y un remedo ofensivo en esta parte del mundo. Hoy se hizo héroe, hoy más que nunca lo recordará la hinchada del Bremen.

Y porque más allá de ese pase gol para la tremenda definición de Diego y su derechazo vengador de un tanto –bien- anulado, cumplió con creces su misión de solitario batallante ante la inoperatividad del sueco Rosenberg.

Que Hamburgo extrañó a Guerrero no es una exageración, menos una falsa ínfula de patriotismo o falsa modestia (¿Julio César Uribe dixit?, je). El local no supo manejar el contenido emocional del gol inicial de Ivica Olić y dejó maniobrar con facilidad a una visita bien controlada hasta entonces. Si Jol sabía hasta la saciedad que la desaparición premeditada del campo de juego del brasileño Diego era -como en la ida- medio partido ganado, ¿por qué el diez tuvo tanta libertad y espacio de recorrido durante los minutos siguientes? Será que los ‘dinosaurios’ no se enteraron que la patología Chelsea no permite jamás aguantar con seguridad un resultado. Y faltaban 77 minutos aún...

¡Que Mathijsen no decepcione así! El mejor jugador del partido de ida no supo manejar los circuitos de una defensa en shock. Encima, Alex Silva y Jarolím bajaron las revoluciones cuando menos debieron hacerlo y Diego hizo lo que quiso, como sacar un remate que dejó vibrando el travesaño. Las concesiones defensivas continuaron, y por eso, tanto el brasileño como Pizarro tuvieron libertad para toquetear en el ingreso al área. El ex Alianza cedió en gran forma para que el ex Santos se dé un banquete ante la salida de Rost. Golazazazo.

El empate dejaba dentro al HSV igual y eso los dejaba tranquilos. Error. Paciente, el Bremen iba manejando el cansancio de un correlón Olić y la intrascendencia de Petric para ganar metros. Tanto Pitroipa como Trochowski tuvieron un encuentro para el olvido y no casi no puede mencionárseles. Con los espacios disponibles y la capacidad suficiente para desequilibrar en velocidad, Pizarro recibió el servicio de Sebastian Prödl desde la mitad de la cancha y se sacó a dos que lo marcaron casi con la rigurosidad de un zaguero del Inti Gas. El balazo de derecha sentenció una eliminatoria que parecía cerrada, que PARECÍA. A Claudio le habían anulado un tanto anteriormente por posición adelantada existente, aunque Phillip Butters se encierre en su testarudez.

Ya luego Baumann, el capitán, se encargía del resto y dejaría en claro que con Guerrero, luchador e incansable acompañante de Olić en delantera, las cosas pudieron ser distintas. Por ahora ya nada de eso importa. Buen viaje a Estambul.



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