¿Es verdad que los delanteros tienen toda la culpa?
Foto: Bruno Ortiz Jaime; Texto: Renzo Gómez Vega
Para nadie es un secreto que Alianza Lima carece de poderío y variantes ofensivas.
Si bien, su expectante y privilegiada ubicación en la tabla de posiciones indica lo contrario, la escuadra victoriana se ha caracterizado por desplegar un juego inconsistente y muchas veces colindante con el azar.
Triunfos en los últimos minutos -algunos alcanzados inmerecidamente- han hecho de este equipo, un equipo gitano y sujeto a la especulación. En un principio, resultó. Evidentemente, la hinchada no realizaba mayores cuestionamientos. Tanto el técnico como los jugadores sostenían con entereza un mismo libreto todas las fechas: lo único que importa es ganar.
Sin embargo, el transcurrir de los partidos –como lo habíamos anticipado- fue desmoronando esta teoría.
Algunos alegaron que ante la falta de estética, el pundonor y el corazón pueden cobrar un rol protagónico. Nadie lo discute, es más deben ser inherentes en todo conjunto. No obstante, es vital poseer una estructura, un patrón de juego sobre el que se cimente el éxito. Indudablemente, es el déficit de Alianza. Gustavo Costas ha ensayado múltiples alineaciones, pero no ha dado resultados. En estos momentos, en que la situación se ha agravado todos sindican a los delanteros como los responsables de este panorama incierto.
Entonces surgen muchas interrogantes ¿Verdaderamente serán los culpables? ¿La volante de avanzada tendrá un papel preponderante? Las cifras suelen ser incómodas, pero -salvo que sean manipuladas- nunca son engañosas. Alianza Lima ha anotado 16 goles a lo largo de todo el Descentralizado, de los cuales 6 han sido obra de sus atacantes, 6 de mediocampistas y los 4 restantes de sus defensores.
Wilmer Aguirre, Claudio Velásquez y Juan Diego González-Vigil han marcado tres, dos y un gol, respectivamente. El otro delantero, José Carlos Fernández aún no ha anotado. Todos con gran cartel, algunos con mayores pergaminos; el enigma el mismo.
¿Qué sucede? ¿Acaso el ‘Karioka’ no es el mismo argentino que deslumbró en José Gálvez? ¿González-Vigil y el ‘Zorrito’ Aguirre no son aquellos que tomaron la batuta de Jefferson Farfán y fueron los máximos goleadores de campeonatos pasados? ¿Y Fernández no fue también máximo artillero con el Cienciano del Cusco?
Qué decir de los volantes de creación. Johnnier Montaño –aunque usted no lo crea- no tiene una sola asistencia de gol. Siempre insinúa, pero los rivales ya saben cómo controlarlo. Además, no ha encontrado a un socio ideal. Alexander Sánchez juega muy recostado por los extremos y no llega a asociarse con el colombiano. Empero, es preciso destacar la labor de ‘Wally’, quien tiene tres goles y una cesión en su haber. Por su parte, Henry Quinteros no ha tenido la continuidad necesaria y en algunas ocasiones ha sido colocado como hombre de contención. Pese a esto, cuenta con dos dianas y cuatro pases de gol.
Gustavo Costas ha modificado el equipo todas las fechas, confundiendo quizá hasta a sus mismos dirigidos. Impredecible para ellos, pero predecible para los adversarios. Al parecer se han corrido la voz: contra Alianza solo hay que replegarse atrás, no tienen ideas para generar espacios.
Después de todo lo expuesto amigo lector, tal vez le será más sencillo descifrar el misterio. Ojala que esta tarde ante el Colegio Nacional de Iquitos aquel hombre invisible haya sido iluminado con el don de la certeza y la autocrítica. Veremos.
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