De cuán saludable ha sido -y tiene que ser- este 18 de mayo de 2009 para Alianza Lima...
Bruno Ortiz Jaime
Al saludable cambio de mando en Matute no solo deben sumarse aplausos y expectativa. Es necesario que Guillermo Alarcón se dé cuenta de una vez que no es más el candidato entusiasta y con promesas que suenan bonito. Asimismo, Claux, Farah, Panfichi y demás deben demostrar con actos su valía en honra de lo que los aliancistas tanto añoramos: un club tan sólido como tradicional. La carga de un Constantino intelectualmente vigente es aún un condicional más para alcanzar los objetivos.LE QUEDA CHICO. El Alejandro Villanueva se quedó en el ayer y hoy no está a la altura de un cuadro grande como Alianza Lima. Encima, su alumbrado deja muchísimo que desear. (foto: Bruno Ortiz Jaime)
En primer lugar, si Alarcón habló sobre el sueño de "un Alianza campeón nacional y, por qué no, de la Copa Libertadores". Alto, estás palabras ya suenan a ayer y precisamente del predecesor, Alfonso de Souza Ferreira. ¿Por qué no prometer mejor un serio trabajo a largo plazo? Carlos Franco se ha ido vociferando y con una sonrisa de oreja a oreja que deja al equipo puntero. ¿Eso es lo que queremos? Cantar victoria por estos lares ya no es suficiente, con más de veinte títulos tenemos suficiente. ¿Está realmente tranquilo Franco? Este es un equipo que sufre para ganar en el torneo local y que no tiene una sola expectativa de cara al futuro internacional. ¿Si Alianza llega a una Sudamericana o Libertadores está preparado para afrontar -vamos, se sabe que llegarán refuerzos sobre la hora, pero...- torneos de esa magnitud con esta base de jugadores?CAPITÁN SIN BARCO. Para no pocos, Juan Jayo refleja el sentir informal de la directiva franquista por su primera gestión de retorno cuando abandonó a su equipo, el José Gálvez, antes de un vuelo para jugar en Tacna. (foto: Renzo Gómez Vega)
No es por pecar de despectivo, como alguna vez oí de un jugador profesional, pero seamos sinceros, Kohji Aparicio, Marko Ciurlizza, Juan Jayo o José Moisela tienen alguna proyección mayor. El primero alcanzó su techo hace rato, el segundo no ha podido jamás superar el infierno de las lesiones, el tercero demostró hace rato que afuera no sufre, llora; el último hace mucho que no la emboca de tiro libre... ¿sabía hacer algo más?
Si no nos ponemos fuertes para expectorar jugadores, aunque el propio Costas los considere base del plantel, la historia se repetirá una vez más. El ejemplo de Arakaki es claro, su ciclo en Alianza culminó y ahora juega para Cienciano, un club que podía ser campeón del mundo sin tener campo donde entrenar. Tampoco significa cometer el abuso de mandar al ruedo a medio equipo Sub-20, pero consideremos: si vamos a estar cambiando de jugadores cada verano, de ahí no nos quejemos de que no jugamos a nada.
La cuestión futbolística queda zanjada ahí. Hay una segunda en la que queremos abordar: la infraestructura. Si desea aparecer en el libro de los próximos 150 años de Alianza, Alarcón puede ir pensando en armar un dream team a costa de desangrar el presupuesto, no importa. Pero si realmente Alarcón quiere perennizarse bajo el recuerdo desapercibido de los hombres valiosos, llevará al Alejandro Villanueva y a Alianza Lima al primer nivel. Con un estadio a lo menos decente, con accesos SEGUROS, con un ambiente externo DISTINTO, en cooperación con la municipalidad de La Victoria. Con un escenario adaptado a la modernidad, con una sede social de verdad y un alumbrado DECENTE. Señor Alarcón, los reflectores de 'Matute' sobreviven de milagro. No queremos terminar como en la vereda de enfrente, a oscuras y alumbrados con velas.
Si realmente para usted ser presidente de Alianza es más importante que serlo del país, no creo que esto no se haya pasado alguna vez por su cabeza. Cúmplalo, confiamos en usted.
lunes, 18 de mayo de 2009
Opinión: A ver, demuestra
foto: Alianzaporelcambio.org
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