foto: Diario del Cusco

Gustavo Martínez Morales
[gustavo.martinez@corazonparaganar.com]
Las sorpresas no dejaron de extrañarse en la sexta fecha del Descentralizado. Expulsiones por demás polémicas, hasta lindar con el absurdo de lo ridículo. No deja de llamar la atención, asimismo, la contundencia de los equipos en jugadas de contragolpe. Me atrevería a decir que es un sintomático rasgo de progreso tangible, palpable. Ello explica el buen devenir de los equipos visitantes en la jornada. Por último, se rescata la excelente aplicación estudiantil. Los universitarios han estado siempre parejitos. Sí, que fue su semana.
Si acaso fue denominado por consenso como el partido de la fecha, parece ser que se redujo a la pompa previa, al morbo inflado y a toda una parafernalia demasiado exagerada. Y es que pese a ser un partido de 4 goles, hubo un solo equipo en el campo: la Universidad San Martín. El ‘Maño’ Ruiz trabajó sobre la base que dejó Rivera, pero imponiendo su idea. Con sapiencia sostuvo lo bueno y, aún, lo mejoró para convertirse nuevamente en candidato serio, directo al ‘tri’. Cristal desde el partido ante el León de Huánuco ya dejaba mostrar groseras fallas defensivas y pobre contundencia en ataque. Todo un puntero mentiroso.
Los 'Santos', sin embargo, no fueron los únicos estudiantes aplicados. En el corazón de la selva nacional, en esa mágica ciudad de nombre Iquitos, Universitario buscó y consiguió su segundo triunfo consecutivo. De paso demostró que está bueno pasarse de copas, pero también la conciencia de que tanto sueño festivo luego te pasa la factura en casa. Carlos Galván abrió el marcador mediante un testazo para que después Labarthe de cabeza –su marca registrada- sentencie el marcador ante un apacible y falto de ideas CNI.
Por naturaleza todo clásico presenta algún tipo de morbo. Y en absoluto se requiere que los equipos lleguen bien y jugando lindo a la esperada fecha. Siempre hay algo intrigante de sobra y si ambos equipos llegan mal, aparece el morbo de la malicia. Para ambos, nada de pelear por la victoria, sí para sentirse menos triste o, vamos, menos mlo. Demasiado aburrido el partido para tan linda cancha. Muchas buenas intenciones y pocas luces del Cienciano para constatar que el camino al infierno está lleno de aquellas. Como ese cruce más que inoportuno de Martín Hidalgo para meter el balón en propia puerta. Los cusqueños más por inercia que por idea de juego buscaron el empate. El injusto gol llegaría tras una pelotera, donde se hizo presente el oportunismo de Mauricio Montes, mientras un Manta, cuasi agonizante, se quejaba tras un supuesto impacto de proyectil o quizá fue alguna estrategia desesperada para distraer la embestida del ‘Papá’.
En Matute se jugó un partido en el que solo se podía pedir buen fútbol, pelota al piso, paredes. ‘Tiki-taka’ dirían algunos. Nada más alejado de lo que ocurrió. Alianza estuvo pensando más en los golpes que en la pelota. Su ya acostumbrado rápido desdoble de defensa a ataque no se vio, y sus ataques más que intentar la pericia colectiva buscaban la fortuna individual. Cosa que no se dio, pese que ‘Zlatan’ Fernández solito se las rebuscó, aunque no estuvo fino en la definición. Montaño no fue desequilibrante y más allá de un espectacular tiro de media distancia no tuvo mayor participación. Cosa que sí tuvo Mayer Candelo, quien parece que fue el único en entender que con patadas no se gana. Pase gol y gol que selló la segunda derrota consecutiva grone. No da para alarmarse, sí para pisar firmemente tierra y desde la humildad volver a andar. Luego a ganar.
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