Foto: Isabel Ortiz Rojas; Texto: Bruno Ortiz Jaime
Por qué negarlo, hubo momentos de cortocircuito en la relación Aguirre-Costas. Todo indicaba que el pequeño delantero había defraudado a Gustavo Costas una vez más y el argentino no lo tenía más en sus planes. Sin embargo, cuando todo parecía tener un final infeliz, apareció casi como salvador el presidente Guillermo Alarcón.
"¿Qué pasa Wilmer? Tú eres de la casa", fueron las palabras exactas del mandamás íntimo para zanjar el problema. Aguirre consideraba que estaba en su plenitud física pero que le faltaba ritmo para volver a ser el hombre-gol blanquiazul. Corazón Para Ganar corroboró la versión del 'Zorro', pues en las últimas semanas anduvo muy empeñoso pero peleado con el gol durante las prácticas. No obstante, algún reciente acto de indisciplina de parte del ex jugador del Metz fue tomado por Costas como un desinterés por alcanzar una oportunidad en el once titular.
Y lo había dicho así Costas, textualmente. "Aguirre no tiene las ganas de ser titular. No está en un buen momento y acá juegan los que mejor están". Pero desde ahora, las cosas parecen haber dado un giro radical. El jugador acordó verbalmente su renovación de contrato y con ello recibió el respaldo suficiente para convertirse en la solución goleadora que el equipo pide a gritos. ¿Con Costas? Lo que pasó, pasó.
"¿Qué pasa Wilmer? Tú eres de la casa", fueron las palabras exactas del mandamás íntimo para zanjar el problema. Aguirre consideraba que estaba en su plenitud física pero que le faltaba ritmo para volver a ser el hombre-gol blanquiazul. Corazón Para Ganar corroboró la versión del 'Zorro', pues en las últimas semanas anduvo muy empeñoso pero peleado con el gol durante las prácticas. No obstante, algún reciente acto de indisciplina de parte del ex jugador del Metz fue tomado por Costas como un desinterés por alcanzar una oportunidad en el once titular.
Y lo había dicho así Costas, textualmente. "Aguirre no tiene las ganas de ser titular. No está en un buen momento y acá juegan los que mejor están". Pero desde ahora, las cosas parecen haber dado un giro radical. El jugador acordó verbalmente su renovación de contrato y con ello recibió el respaldo suficiente para convertirse en la solución goleadora que el equipo pide a gritos. ¿Con Costas? Lo que pasó, pasó.
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