miércoles, 24 de marzo de 2010

Aliancistas en el mundo: Freno de mano

foto: Kicker.de
Schalke tuvo ocasiones diversas para alcanzar la final de la Copa Alemana pero pagó caro su ineficacia. En el segundo tiempo de descuento, Arjen Robben aprovechó las licencias defensivas locales y liquidó. Zambrano, de lateral derecho, y Farfán fueron titulares.


Bruno Ortiz Jaime
[bruno.ortiz@corazonparaganar.com]

Corre, choca y evade, Jefferson no puede solo, parece figura de un rompecabezas distinto a este. Del otro lado, Robben y su autosuficiencia parecen -y son- imparables. El Schalke encima furioso pero termina derritiéndose al borde del área. La falta de gol es clarísima. En cambio, Bayern repliega y avanza con la confianza de la camiseta. Pese a que sus zagueros Badstuber y Van Buyten no muestran la solvencia necesaria, Bayern sabe que tiene de su lado a ese pelado de la zurda irreverente. Es Arjen Robben, el distinto.

El encuentro se inició previsible, con el Schalke volcado al ataque y la visita con ciertos recaudos. No era cuestión de proteger el resultado, simplemente había que esperar el momento preciso. Eso diferenció a los azules con los rojos: el oficio, ese límite que separa a ambos entre el primer y segundo lugar de la Bundesliga. Por eso el local, con Zambrano fungiendo a duras penas como marcador y desechando trasnochadas hipótesis de replicar ese trabajo en la selección, tenía en Jefferson al David en busca de tumbarse a ese Goliat rojo. No fue suficiente, pues ni la participación espontánea de Rakitic ni la sangre tibia de Kuranyi para la definición le hicieron buena compañía.

Así la fuerza se le acababa a la 'Foquita' y Diego Contento, su marcador, honraba nombradía a placer. Mientras que Carlos Augusto sobrevivía ante las incursiones de Franck Ribery. Minutos después sería sustituído por un Joel Matip absolutamente más cuajado en esa posición.


Con la convicción de la localía pero sin los argumentos necesarios, Schalke fue en busca del triunfo con las energías que un solitario Vicente Sánchez gastaba en balde. Minutos finales y facilidades imperdonables si tienes a Robben, ese que ahora luce incansable en campos alemanes, delante. Afuera Westermann, enganche a Höwedes e imposible fallar. Golazo. El Bremen-Bayern, la final, será este 15 de mayo en el Olímpico de Berlín.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

No crees que abria sido buena idea poner cuant o quedaron. Ahora tengo que abrir otra pagina

Bruno Ortiz Jaime dijo...

Lamento obviar ese trascendental detalle. Pero esto es una crónica y las palabras le terminaron ganando terreno a los números. Gracias por tu aporte.

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