Pase y sueñe

foto: Óscar Chambi Echegaray / CorazónParaGanar.com

Con la victoria de hoy, Alianza Lima ha firmado un compromiso con el hincha: disputará los octavos de final y, aunque esta matemáticamente aún no está asegurada, solo una tragedia –que no permitiremos- nos arrebataría la clasificación. Fernández y Tragodara anotaron y demostraron que su vínculo con la blanquiazul no es mero profesionalismo.


Wilfredo Inostroza Valenzuela
[wilfredo.inostroza@corazonparaganar.com]

Confirmado. El nivel superlativo de Alianza Lima ha suprimido de la mente del hincha cualquier recuerdo de esas humillantes y estrepitosas derrotas, aquellas que ya pertenecen a un afligido pasado. Con esta victoria se ha despejado duda alguna –si es que aún quedaba- sobre el buen momento que atraviesa el equipo, lo que nos permite enrumbarnos en busca de un nuevo sueño que un tiempo atrás parecía una utopía. El boleto aún no es confirmado, pero el viaje a los octavos de final es casi seguro.

En el disco duro

¿Es necesario describir el equipo titular y el funcionamiento del mismo? No, ¿verdad?. Todo hincha que ha seguido de cerca la célebre campaña copera guarda en su memoria todos los detalles de los titulares habituales y de la función que cumplen. Un juego colmado de dinamismo y vértigo, empleando un ritmo adecuado y prescrito cuando de disputar un torneo foráneo se trata. Mostrando cierta solidez defensiva, muy bien secundada por Édgar González y Henry Quinteros, además de la importante labor cumplida por los volantes laterales, que por momentos se transforman en marcadores. Aguirre y Fernández corroboran el buen momento que ambos viven por estos días.

‘Ciclón’ inesperado

Al frente un Juan Aurich, que sorprendió a muchos con variantes de última hora que nadie tenía en sus planes; la más destacada fue la decisión de no incluir en el once inicial al ex volante del PSV Eindhoven, Reimond Manco. Los extranjeros del rival, Ciciliano y Tejada, eran a todas luces los que más complicaciones provocarían a la zaga íntima. Muchos esperaban un encuentro con el paupérrimo ritmo y nivel del campeonato local. Afortunadamente ese pensamiento fue solo un error y todos disfrutamos de un digno partido de Copa Libertadores.

‘Trago’ exquisito

El gol no aparecía y las ansias se apoderaban del hincha, mas no del equipo que mantuvo la serenidad apropiada y el convencimiento que el tanto no tardaría. Tras innumerables intentos fallidos, Fernández recibe un pivoteo de Amilton Prado y ‘Zlatan’ luego un impacto poco ortodoxo pero efectivo, manda a sosegar el balón a las redes chiclayanas. Alegría desatada en las cuatro tribunas y en todos los rincones del país donde un hincha blanquiazul diga presente. Alianza intentó cuidar el balón y apelar al contragolpe, fue de esa manera que la tranquilidad llegó Matute, luego de una excelente jugada del ‘Zorrito’ Aguirre que cedió el balón a Tragadora, que con un certero remate puso un 2-0 que lapidaba cualquier intención de reacción del antagonista de turno. La celebración del tanto ratifica el hinchaje del mediocampista por la blanquiazul y a su vez demostró que el pasado color crema es solo un recuerdo.

Cerca, muy cerca

Tras algún intento esporádico del paisano de Rubén Blades aurichista, Luis Tejada, se mantuvo la tranquilidad necesaria para congelar el encuentro y apelar a la velocidad de los delanteros en busca del contragolpe. Tras los ensordecedores ‘oles’ y el relativo ocio mostrado en el gramado, Alianza conseguía tres puntos más en la Copa Libertadores que permiten aproximarnos a una histórica clasificación que desde aquel lejano 1998 no se consigue. Iniciemos un infinito sueño plagado de ilusiones y que este no finalice hasta alzar la Copa. ¿Pedimos muchos, no? Déjennos, somos hinchas.