foto: Spox.com
Bremen y Pizarro se apuntaron un tropezón en la Final de la Copa Alemana al caer estrepitosamente ante el empilado Bayern Munich. Pizarro fue bien marcado y estuvo muy lejos de la red.
Renzo Gómez Vega
[renzo.gomez@corazonparaganar.com]
Esta había sido una semana de logros para Claudio Pizarro, y éste bien pudo ser su sábado de gloria, sin embargo, tuvo al frente a aquel cuadro rojo en el que comenzó forjar su marca goleadora. Esta noche ha sido fatal para él y para el Bremen, esta noche les ha guardado un golpe tan duro, de esos que no se olvidan así nomás.
El encuentro se inició con la frialdad de un Bayern que se sabía superior y que implícitamente gestaba su poderío. Bremen, por su parte, hacía del ímpetu su arma principal, tanto en las descolgadas de Fritz como en los arranques de Özil, las bisagras del ataque portuario, pudo notarse el deseo de sorprender a este león de moda llamado Bayern Munich
Llegaría entonces el minuto 34. Jugada de Ivica Olic dentro del área entre Boenisch y Mertesacker para la mano de este último. El penal sería apenas un chiste para Robben, quien liquidó de zurda. Uno a cero. Así se irían al descanso.
Apenas iniciado el complemento, sería nuevamente el croata Olic quien generaría un tanto, esta vez de manera activa. Tras un centro venenoso de Robben, ‘Ivi’ porfió un balón que quedó picando para añadirla por entre las piernas de Wiese y Fritz. Eran los peores momentos del Bremen, que veía como Pizarro era fácilmente neutralizado por la férrea marca del fondo bávaro.
Solo 13 minutos después del 2-0 llegaría la arrancada en solitario de Ribery para definir a placer ante el golero portuario. Bremen ya había tirado la toalla, incluso dejó en Schweinsteiger la posibilidad del cuarto y definitivo. Un final tan consagratorio para un Bayern que imparable y un Claudio Pizarro que esta noche casi ni lo pareció.
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