Anda nomás...

foto: Diego Suárez Bosleman / CorazónParaGanar.com

Cienciano aprovechó el pésimo orden de Alianza y lo adelantó dos veces. El descuento de Velázquez no sirvió más que para imponer el susto por un rato y la blanquiazul no pudo levantar cabeza en Cusco.

Gustavo Martínez Morales
[gustavo.martinez@corazonparaganar.com]

Quiero creer que para despertar del coma hepático el rival era otro. Quiero creer que esa bilis convertida en mil y una lágrimas solo comenzaría a ser desterrada a costa de un rival de fuste. Quiero creer que este burdo y falso Cienciano no mostraba siquiera algún rastro ruinoso del ‘Papá’ que alguna vez ostentó ser. No se entiende de otro modo cómo se puede jugar un partido de esa manera. No se entiende cómo se puede llegar a tanta displicencia. No se entiende cómo Alianza Lima, ese intratable equipo de hace tan poco, haya perdido 2-1 ante, acaso, el peor Cienciano de todos los tiempos.

Recordaris

Desde la distancia y lo políticamente correcto que pueda parecer un redactor, puede resultar facilista o tonto creer en el tan trillado “hay que voltear la página”, o eso de “como sea, ya está hecho”. Pero resulta, creo, desde ya necesario. Y es que desde que comenzó el partido en el Garcilaso se dejaba percibir en el ambiente un tufillo a incomodidad, a desazón. Acaso a minuto noventa del último partido copero (perdón, tan solo perdón). ¡Y cómo no sentirse así! Burlados, ridiculizados, reídos. Atropellados como este redactor que, créanme, llora estas líneas.

La cabra tira pal’ Montes

Si uno no se sacude de ello, se corre el riesgo de entrar al Cusco ya perdiendo el partido. En este contexto las acciones no podían dejar de ser sosas y banales. Pelotazos que iban y venían sin transición terrenal alguna. Y es en esa misma secuencia de pelotazos que llega el gol del Cienciano a los seis minutos. Mauricio Montes le gana las espaldas a los centrales grones (¿Deja Vou?) para definir suavemente hacia el medio, ante la floja salida de ‘Yuyo’ Libman.

De a poquitos

Alianza reacciona, aunque no logra salir de su ensimismamiento. Con pelota al piso, el cuadro íntimo comienza a generar mayor dinámica y el área roja ya no resultaba tan distante. Sin embargo, Alianza erraba constantemente en el toque final. Montaño empieza a mostrarse más y tanto Paolo Hurtado como Velásquez tuvieron ocasiones que no supieron concretar. Sobre los 24 minutos Montaño pierde un mano a mano con Noriega, quién contiene el suave remate del colombiano.

Pero…

La blanquiazul imponía su ritmo y parecía que despertaba. Pero en el mejor momento de Alianza, llega el segundo gol del cuadro rojo. Hilden Salas de impresionante media vuelta saca un zurdazo a los 35´ que se clavó certero en el ángulo derecho de Salomón. Golazo totalmente de otro partido. En el banco íntimo, Costas deja su habitual nerviosismo para dar pie a una comprensible molestia. En el otro lado, un ‘Checho’ Ibarra de DT celebra como un jugador más y su cara solo esboza esa casi 300 veces vista sonrisa.

El ‘café’ que despierta

Tras la reanudación, Alianza salió con otra actitud. Parece ser que el café cargado y el jarabe mandibular de Costas resultaron bastante pesados y efectivos. Es así que Alianza sale al lindo campo cusqueño con imponente convicción. Convicción que fue confirmada por Claudio Velásquez. El ‘Karioka’ sacó un remate cruzado que hace imposible la volada de Noriega, a tan solo dos minutos de reiniciado el encuentro.

Acción sin reacción

Si en el reinicio Alianza salió con otra actitud, tras el gol del descuento los íntimos se volcaron en ataque. Para ello entraron los Sánchez, ‘Wally’ y Joel. Con el vértigo y oxígeno de ambos, el frente grone era ahora más fuerte. Se generaron ocasiones de gol, aunque no hubo precisión tanto en el toque final como en la definición. El marcador no se movería más y Alianza dejaría un invicto de cuatro partidos por el torneo local.