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Paul Medina Trejo
[paul.medina@corazonparaganar.com]
No fue un lunes cualquiera, señor Vallejo. Era 28 de mayo, el primer clásico de la temporada y estos eternos rivales se encontraban en casa íntima. José Arana fue el juez responsable del choque. Durante todo el partido se vio un empuje claro de Marko Ciurlizza para con sus compañeros. Funcionaba en la cancha. Al igual que Arakaki y Salas que no soltaban a Lobatón. Esta vez su rapidez solo logró un fuerte golpe de travesaño.

Waldir Saenz recibe el pase de Palinha, solo frente al Ibañez quien despeja, oh sorpresa, con el pecho. Autuori mueve sus fichas, grita, salta. Llega el minuto 27 y la Trinchera Norte se toma la cabeza. No lo creen. Es Bazalar, quien tras vestir de crema, ahora íntimo se acerca y, tras un centro de Esidio, empujó el balón de cabeza. Ibañez, a pesar de tocar el balón, no pudo evitar el tanto blanquiazul. Gol. Uno a cero. Los victorianos gritan su ventaja.

Cardama, entrenador crema, suspira en el minuto 42 tras ver rebotar en el travesaño el empate que Lobatón firmaba de un potente derechazo. Los íntimos jugaban muy bien a la pelota y avanzaban. Los defensas, bien parados, detenían el lento avance crema. Así estaban cuando Arana puso fin a un caliente primer tiempo. Los grones ya celebraban su victoria.

En la segunda etapa, Esidio tuvo la oportunidad de ampliar el marcador, pero se encontró con un experimentado Oscar Ibañez. La misma suerte corrió Waldir en el minuto 21. Gustavo Roverano, meta íntimo, no tuvo mucho trabajo esta vez.

AUCH. El ritmo del cotejo genera jugadas al límite, como esta del 'Coyote' Rivera que le entra fuerte a un joven 'Manzanita' Hernández (foto: El Bocón).
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