Opinión: ¿Costas se va?

foto: Isabel Ortiz Rojas / CorazónParaGanar.com

Ya pues, no sean malos. De cómo armar la noticia de la semana con un tema recalentado en el microondas...


Bruno Ortiz Jaime


Si a la popularidad de un equipo se le suman conflictos de orden político se crea la ecuación perfecta. Desde las disputas por posesionarse de la presidencia en Alianza Lima a los resultados deportivos del equipo hay, para los medios de prensa, apenas un delgado camino.

Vamos muchachos, es comprensible. Tampoco es que la cojunción trisilábica de mis nombres o la firma de CPG en un artículo vaya a remecer los procederes en cuanto a sus publicaciones, pero tampoco hay que abusar. No porque se ponga en discusión una de las facultades periodísticas como informar, sino porque ella ponga en tela de juicio la capacidad intelectual del lector.

Resulta extraño que Costas pueda irse si Guillermo Alarcón deja el cargo, cuando aseguró lo mismo si Carlos Franco partía. Hasta hoy, el argentino no hay movido un pie de Matute. De otro lado, el caballito de batalla perfecto le ha caído como anillo al dedo ahora que jura desconocer un acuerdo tácito que hasta de conocimiento colectivo fue. "A mí me quieren sacar; si lo hacen, Costas dejará el equipo", sonó la advertencia-lamento-amenaza del mandamás íntimo.

También es desatinado que se aseguren cosas como que el equipo andaba desconcentrado en Trujillo por los problemas entre Alarcón y la junta directiva. O que Costas le ha asegurado a sus jugadores que más temprano que tarde se irá de la institución. De boca y a confesión de los propios integrantes del plantel blanquiazul que son cercanos a esta página, ninguna de ambas afirmaciones es siquiera probable.

Y es también poco inteligente pensar que el deté vaya a abandonar el equipo a puertas de conseguir un campeonato, que todas las amenazas de partida fueron por el entero amor a la institución y que se siente fracasado en su intento de reunificar la institución. Los conflictos en La Victoria van más allá de cuántos goles se coma el 'Zorrito' o quien asuma la presidencia.

Los males en Alianza van desde las diferencias societarias, pasando por los enemiguismos y llegando hasta los gravísimos intereses personales. Los conflictos en Matute son muy serios, absolutamente equidistantes de los rumores y portadas periodísticas, y curiosamente nadie se ha dado cuenta todavía de eso.